Cada hôtel particulier de Buenos Aires guarda una anécdota, real o ficticia. El ingeniero Alfredo Cecci construyó suntuosos salones para la que fuera su residencia y se escribió la leyenda de que fue construida con la intención de alojar la ilustre visita del Príncipe de Gales, quien nunca piso sus pisos de roble de eslabonia o que fue una de las residencias, que el Conde de Devoto mandara construir y que no aceptó por pequeña y poco aristocrática.
Allí, en Lincoln 4325, Villa Devoto, funciona desde 1938 la Escuela de Educación Especial y Formación Laboral Nº 28 “Prof. Bartolomé Ayrolo”, encierra detrás de sus muros escaleras de mármol , gobelinos , ventanas con sus vitrales , arañas resplandecientes y una cúpula que deja entrar la luz a través de cristales de colores que nos acercan a una época pasada donde es posible rescatar los recuerdos para salvaguardar ese patrimonio histórico cultural que a todos nos pertenece.
La Institución abrió sus puertas en forma oficial el 19 de Septiembre de 1885, en la calle Defensa 1343 y fue la culminación de gestiones y acciones iniciadas por el Sr. Facio, padre de un niño sordo. Ya en 1882 el Dr. José Terry presentó ante el Congreso Pedagógico de ese año, un proyecto para educar a más de 10.000 sordos. Fue el Ministro de Instrucción Pública, Dr. Wilde, durante la presidencia del Gral. Roca, quien se encargara de la creación definitiva del Instituto Nacional de Sordomudos (nombre con el que nació la actual institución). Paralelamente se creó la Escuela Normal del Instituto de Sordomudos y allí egresó el primer profesor de sordos argentino: Bartolomé Ayrolo, quien en 1894 asumió como director de la novel escuela.
Hoy la Escuela de Educación Especial y Formación Laboral Nº 28 “Prof. Bartolomé Ayrolo” es como entonces pública y gratuita y depende del Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
La Escuela de Educación Especial y Formación Laboral Nº 28 “Prof. Bartolomé Ayrolo” nació bajo la filosofía oralista, pero en el presente ha reconceptualizado su visón de la pedagogía orientada a la enseñanza del sordo tomando como valor educativo a la Lengua de Señas de la Comunidad Sorda Argentina, es así que hoy la escuela se inscribe dentro de la filosofía Encuadre Bilingüe.
4 comentarios:
Existen testimonios que el palacio Cecci fue encargado por Antonio Devoto, no para albergar al príncipe de gales, sino para recibir al rey de Italia. Como no cumplía con los requerimientos del cliente, éste se lo entregó al Ingeniero y mandó a construir otro palacio más grande sobre la calle Mercedes y Salvador María del Carril. Antonio Devoto murió antes de que se terminara la obra y ésta quedó a cargo su esposa, que hizo modificar una parte importante del salón principal porque le parecían los techos muy bajos para albergar a la realeza. Para evitar su demolición bajaron los pisos así que para entrar a la casa había que subir una escalinata y luego bajar una vez adentro. La Sra. Devoto también murió sin ver finalizada la obra y el Rey de Italia nunca se alojó allí. La casona quedó cerrada por muchos años, ya que no tenían herederos y el hermano de Devoto nunca se hizo cargo de la propiedad. Creo que también murió sin descendencia. La casa, quedó abandonada por muchos años, con muchos de sus materiales traídos de Europa embalados como recién bajados de los barcos. De a poco fueron saqueados por algunos intrusos. Con los años, la magnífica construcción se convirtió en sitio de aventuras para los niños y adolescente del barrio que iban a explorar sus misteriosos rincones. Entre esos niños estuvieron mi papá, mi tío y sus amigos que, con mucho sigilo y temor se adentraron en aquellas paredes llenas de misterio-
Sandra Taboada
Nota: El principe de Gales vino a BUenos Aires a mediados de los 20's y visitó el Hogar de ancianos de la Asociación de Beneficencia Británica de la Av. Segurola al 2900, acontecimiento que revolucionó todo el barrio, según los relatos de mi abuelo, ya que mi padre nació tiempo después de este hecho.
Que bello aporte !!! Gracias.Quisiera llevar a los chicos de mi escuela de Sordos a visitar.
He tenido la oportunidad de conocer este magnífico edificio. Y me apena muchísimo ver que nadie se preocupa de su puesta en valor. Las maravillas que hay en pisos, boisserie, bronces, mármoles, hierros son dignos de una embajada. Pensaba que sería un espléndido centro cultural y que del producido del cobro de entradas a espectáculos, conferencias, muestra de arte, visita guiada, bien podría verse beneficiado el propio Instituto Nacional de Sordomudos. Una pena que no se hagan cargo de mantenerlo.
He tenido la oportunidad de conocer este magnífico edificio. Y me apena muchísimo ver que nadie se preocupa de su puesta en valor. Las maravillas que hay en pisos, boisserie, bronces, mármoles, hierros son dignos de una embajada. Pensaba que sería un espléndido centro cultural y que del producido del cobro de entradas a espectáculos, conferencias, muestra de arte, visita guiada, bien podría verse beneficiado el propio Instituto Nacional de Sordomudos. Una pena que no se hagan cargo de mantenerlo.
Publicar un comentario